Nueva York, uno de los grandes centros financieros del mundo, y lugar de celebración el pasado 2 al 5 de febrero de una de las ferias más importantes de EE.UU. para la decoración del hogar, los accesorios y el regalo. Por primera vez, España tuvo un espacio con siete empresas que participaron bajo la marca Interiors From Spain junto con el apoyo y la organización de ICEX y la Oficina Económica y Comercial de España en Nueva York.
En el recinto Jacob K. Javits Convention Center, lo último del diseño español se conjugó, entre otras cosas, con la vocación y la apuesta por valores sostenibles. Muestra de ello es la empresa Govou Fabrics, que confecciona bolsos, mochilas y accesorios para el hogar realizados con material reciclado de entre 80 y 100 años de antigüedad que traen desde Europa del este. “Nuestro objetivo principal es la sostenibilidad”, señaló Emese Meresz, encargada de la marca.
Por su parte, apuesta similar tienen las responsables de Isol Barcelona, Isabel Lorente y Olga Rodríguez, que presentaron su nueva colección ‘Bauhauss’, caracterizada por la inspiración en la escuela de diseño alemana. “Nos fijamos en el mensaje positivo que transmitió la escuela durante el periodo de entreguerras, y en eso nos hemos basado para crear esta colección, cuyo tejido está hecho con plástico del mar Mediterráneo”, explicó Isabel.
Igualmente, la empresa Soruka fabrica sus bolsos mediante la utilización de piel reciclada que obtienen del exceso de producción de las fábricas, siguiendo el concepto del “upcycling”. Josep Riera, responsable de la firma, explicó que, por ese motivo “cada pieza es única dentro de su diseño, cada persona tiene el único bolso que hay en el mundo”.
Esa excelencia y buen hacer la lleva en su ADN Abracadabra, empresa que también fabrica en piel regalos dirigidos principalmente a clientes corporativos o incluso hoteles. En ese sentido, tanto Inés Bultó como Bruno Oliver, encargados de la marca, destacaron los buenos resultados obtenidos: “hemos hecho muy buenos contactos y hemos cerrado algunos pedidos ya en firme con algunas firmas americanas”.
De hecho, en cuanto a los resultados, la gran mayoría de las empresas tuvieron buenas sensaciones. Es el caso de, por ejemplo, Hemisferium, que fabrican objetos científicos antiguos: “la experiencia está siendo muy positiva, hemos tenido una acogida bastante intensa. Por supuesto, tenemos la intención de volver al menos un par de años sucesivos, y si es con el ICEX, pues mejor”, detallaron sus responsables Joaquín Carrasco y Adriana Benshimol.
Asimismo, Ana Mirella González y Marina Diéguez, de Pico Pao, empresa productora de juguetes y piezas de diseño de madera, destacaron que les encantó la feria. “La gente es un encanto, hemos tenido muy buenas experiencias, incluso pedidos. Nos lo hemos pasado muy bien y quedamos en espera para el año que viene”, subrayaron. Por último, Erik De Leeuwerk, de la empresa editora Grupo Erik de papelería especializada, consideró que a pesar de no estar situados en lugar idóneo, la presencia en la feria con el ICEX “ha sido una opción muy buena y económica, para intentar avanzar aquí, en el mercado americano”.