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La firma Nanimarquina abre su primera tienda y Barcelona ha sido el lugar elegido. Se trata de una tienda muy especial en la que los consumidores podrán disfrutar de primera mano de las alfombras y acercarse a la esencia de esta marca: la contemporización de la tradición.
Situado en el cruce de Avenida Diagonal con la calle Rosellón, este local de 750m2 dividido en tres niveles, era un antiguo parking del que se han conservado algunos detalles, como la rampa de acceso, el pavimento original ó las jácenas estructurales. Un estilo industrial y muy moderno que contrata con el colorido de las alfombras expuestas.
La tienda, obra del arquitecto Robert Pallí, cuya inauguración tuvo lugar el pasado mes de diciembre, está decorada con pequeños tesoros traídos de los viajes de la diseñadora Nani Marquina y su equipo por Asia, África y Sudamérica: objetos artesanales como cestos, telas, tacitas, mantas, cojines ó teteras, que en muchos casos han sido fuente de inspiración de diseños de la marca. Objetos tan especiales como los Lungis, telas de cuadros con los que se visten los hindis a modo de faldas ó las Shorbas, escobas fabricadas en la India con ramitas de árboles.
En la parte superior del edificio, está ubicada la cocina para ofrecer al visitante la posibilidad de degustar té y cafés traídos de todo el mundo junto a dos grandes mesas de trabajo pensadas para realizar reuniones institucionales y comerciales, presentación de novedades y eventos de comunicación especiales.
Con este proyecto, durante tiempo deseado por Nani Marquina y por fin hecho realidad, la firma apuesta por el acercamiento al consumidor final como estrategia empresarial “Hasta ahora vendíamos a través de distribuidores, pero queríamos ofrecer a los clientes una vía de compra más directa, además de un lugar donde disfrutar de los productos y conocer algo más sobre la marca y sus valores” explica la diseñadora, quién define además este showroom como un “observatorio” más que una tienda.