Uno Design todavía está dando sus primeros pasos, pero gracias al asesoramiento del especialista Javier Mariscal, no ha dado ninguno en falso.
Uno Design es algo así como un bebé diseñador. Su padre, la empresa Celda, quería un nuevo retoño y puso toda la carne en el asador para asegurarse de que fuese perfecto. Para supervisar su nacimiento y educación, quién mejor que Javier Mariscal, uno de los mejores diseñadores españoles. Y quién mejor que Emiliana Design Studio, Lagranja y El Último Grito para inculcarle las prácticas independientes más creativas del país. Con una huella genética como ésta, el bebé Uno estaba destinado a triunfar.
Para ser una firma de mobiliario con tan sólo tres años de edad, Uno Design definitivamente ha conseguido dejar huella: tiene una personalidad característica e inimitable. Diseñadores y aficionados al mobiliario moderno ansían sus nuevos diseños esperando que Uno les sorprenda con lo próximo.
El mobiliario y la iluminación de Uno Design posee un espíritu juguetón y pícaro: bancos que parecen escarabajos, sillas de altos respaldos con collares o una silla que se asemeja a unos labios. Sin embargo, no tiene nada de frívolo o artificial. Aquí es donde podemos vislumbrar las habilidades de Mariscal como director artístico, que se asegura de que los productos no satisfagan modas o tendencias pasajeras, por el contrario, son imperecederos. Hasta el momento, obviamente, la colección no es muy extensa, y cada producto es diferente. En cualquier caso, no son elementos individuales dispares, por el contrario, van de la mano en cuanto a frescura en la innovación, carácter y calidad.
Víctor Celda, Director de exportación, nos explica que Celda, empresa fabricante de mobiliario fundada en la década de 1950 en Valencia, decidió en 2007 que quería llegar a un nuevo tipo de público. Perseguía una marca enfocada al diseño moderno que hiciese uso de los procesos de fabricación simplificados y de los materiales de alta tecnología tan de actualidad. Los productos que quería ofrecer tenían que “establecer una relación emocional con los clientes”. Para asegurar la coherencia del proyecto le ofreció a Mariscal, que también dirige el Estudio Mariscal, ser el Director artístico, un puesto en el que este diseñador se ha sumergido sin reservas.
La gama de Uno Design abarca piezas de diseño más básico, por así decirlo, que encajan en cualquier estilo interior, y productos con más carácter, más osados e incluso espectaculares. Estos diseños son los que quieren los contratistas de interiores que necesitan piezas de exposición. Víctor Celda nos cuenta que la firma también está interesada en ofrecer mobiliario que ayude a las personas a interactuar y trabajar de un modo diferente. Por ejemplo, ¿por qué no llevar a cabo reuniones desde el confort de un sofá o un sillón, en lugar de tener a la gente tiesa en sillas alrededor de una mesa de juntas? Los tiempos están cambiando y, por ende, también deben hacerlo los entornos de trabajo.