Las luminarias de Vibia tratan de crear espacios y atmósferas que generen emociones y sensaciones que impacten positivamente en las personas. Y un claro ejemplo de ello es uno de sus últimos proyectos en Londres.
En el exclusivo barrio de St. James, próximo al palacio de Buckingham, se ha inaugurado el restaurante Claro, enclavado en el histórico edificio de Waterloo Place que antiguamente fue una sede bancaria. En el interior de su fachada se encuentra el elegante restaurante, distribuido en diferentes zonas, y cuyo interiorismo ha sido realizado por DLSM Studio, que ha logrado crear un diseño sofisticado e íntimo, a la altura de la reputación de su emplazamiento arquitectónico
Cuando entramos en el restaurante las miradas se elevan hacia el techo del que parecen flotar en equilibrio tres luminarias de la colección Array de Vibia. Sus grandes proporciones y sus majestuosos volúmenes dialogan con la arquitectura del lugar, creando una atmósfera serena que envuelve al comensal con sutileza.
El diseño interior proyectado por DLSM Studio en este espacio busca fomentar una atmósfera de confort y bienestar a la altura de su sofisticada gastronomía y su privilegiada ubicación. Las luminarias Array, suspendidas sobre el espacio principal, definen la escena con una presencia que eleva el conjunto a su máxima expresión sensorial. Gracias a las posibilidades que ofreció la marca española de producir el tamaño a medida, se ha podido dar respuesta al reto de la altura de las lámparas planteado por el estudio británico. Con el claro objetivo de no invadir el espacio ni alterar la experiencia del comensal a pesar de sus proporciones, Array armoniza el ambiente aportando dinamismo visual y equilibrio sensorial.
Desde las alturas, la escultural silueta diseñada por Umut Yamac, combina una iluminación descendente y ascendente que envuelve el espacio, generando, al mismo tiempo, un efecto visual vibrante y dinámico que atrapa al comensal. Sus finos hilos tensados entre aros de aluminio conforman los tres volúmenes suspendidos, interaccionando con una luz etérea, ligera, pero de gran presencia arquitectónica, en línea con el histórico edificio londinense.
Su forma cilíndrica, a juego con la curva de los arcos de los grandes ventanales, y junto con las tonalidades suaves, se integran sabiamente en el estilo del proyecto, donde los materiales naturales, como la madera, el cuero y el acero, realzan la estética industrial del espacio, contrastando con los elementos estructurales tradicionales. El resultado del conjunto no satura el ambiente, al contrario, esculpe un escenario interior atemporal que se percibe como si siempre hubiera estado ahí.