Inti y Dani se conocieron en Barcelona hace algunos años. Se hicieron amigos y un tiempo después descubrieron una afición mutua: la pasión por el trabajo manual y por la técnica del origami. En 2007 se les unió Iris y juntos crearon Wanda Barcelona, un vibrante estudio de diseño especializado en la creación de mundos efímeros.
Cada uno de los tres aporta una formación complementaria al estudio. Y de la mezcla surgen proyectos asombrosos que combinan clasicismo y vanguardia, tradición y frescura, minimalismo y explosión de sensaciones.
Inti, arquitecto, desarrolla los espacios que Dani, diseñador, puebla de objetos. Iris, de formación artística, sabe aderezar el resultado con un toque de fantasía. Al estudio se han unido otros colaboradores puntuales además de un diseñador gráfico y un interiorista.
Wanda Barcelona crea mundos efímeros a medida de clientes tan variados como Adidas, Lladró, Diesel, Carolina Herrera, el museo Thyssen-Bornemisza, la MTV o Telefónica. Se sirven de técnicas tradicionales adaptadas a las tecnologías de nuestra época. Sus sellos de identidad: la técnica del origami, el juego de perspectivas y el uso del cartón y el papel en toda la variedad de sus presentaciones.
Entre los pocos diseños de producto de los que se han encargado destaca la lámpara Loto, que se vende en el museo Thyssen desde la exposición temporal de 2010 Monet y la abstracción. En la línea de trabajo del estudio, la lámpara se caracteriza por su acabado en cartón, una opción tanto estética como ética por la producción sostenible.
Según Inti, el estudio se inspira en todo lo que les rodea: clásicos del diseño, blogs de tendencias, cine, moda, bandas musicales, Barcelona… Lo cotidiano y lo extraordinario son fuentes de influencia en un mundo bombardeado por imágenes que llegan de todos los rincones del mundo.
El estudio tiene un proyecto entre manos del que Inti está especialmente orgulloso: diseñan los escaparates de las tiendas de Lladró de todo el mundo. “Es un proyecto que nos fascina: construir microcosmos alrededor de un producto por todo el mundo; es un gran reto”. El resultado, escaparates teatrales, donde las figuras de origami enmarcan de modo espectacular las delicadas piezas de porcelana.
El secreto para conseguir puestas en escena tan logradas es que Wanda trabaja codo con codo con el cliente. Mantienen una relación cercana: preparan conjuntamente y a conciencia la comunicación antes de comenzar, y tras el diseño empieza la etapa de producción, generalmente manual, en su propio taller.
Cuando es necesario o el proyecto es más complejo, lo producen externamente pero controlando cada detalle. Y siempre se ocupan del montaje final, para garantizar el resultado.
Cuando se le pregunta qué tiene el diseño efímero que no tenga el diseño de interiores o de producto, la conversación se llena de interjecciones. “Lo efímero tiene el poder de dejarte sin palabras, de perdurar en la memoria creando imágenes… tiene magia”, se despide Inti. Una magia delicada unas veces, juguetona otras, que se puede apreciar en las imágenes de nuestra galería.
Reportaje: Tokyo Designer’s Week