Aunque no estén en casa, todos las hemos usado. En el cine y el teatro, en una exposición, un concierto o una conferencia, en un campo de fútbol, en la universidad, en un hotel… sin duda todos hemos pasado horas sentados en una butaca de Figueras , empresa barcelonesa que desde hace 82 años diseña asientos para colectividades.
Hoy la compañía se divide en tres grandes ramas, Figueras International Seating, dedicada al desarrollo de los asientos para colectividades; Figueras Design Center, donde se trabaja en colaboración con arquitectos para diseñar el producto más adecuado para cada proyecto (lo que en la empresa llaman “una butaca de autor”); y Figueras Engineering & Consulting, que desarrolla proyectos de ingeniería para salas polivalentes.
Eva Blanco de Alba, Directora de Marketing de Figueras, considera que la piedra angular del éxito de la empresa ha sido adelantarse a las circunstancias del sector e innovar constantemente para aportar bienestar a sus clientes: “escucharlos es fundamental, pues ellos tienen las claves del camino futuro de la empresa.”
Con un horizonte centrado en el diseño y la innovación, la filosofía de Figueras se resume en el intento de maximizar y rentabilizar el espacio, algo cada vez más importante. Y estos principios mucho han tenido que ver en la espectacular trayectoria de Figueras, hoy un referente en el amueblamiento de espacios con unos 7,5 millones de asientos instalados en todo el mundo.
Revolución tecnológica y diseño personalizado
El elevado precio del suelo y la poca rentabilidad de salas destinadas a un sólo uso llevaron a Figueras, a través de su división de ingeniería y consultoría, a idear el sistema Mutaflex. Este revolucionario mecanismo permite convertir, de forma automática, un espacio destinado a sala de conferencias, teatro o auditorio, en una sala diáfana para la celebración de banquetes, exposiciones o bailes.
Con sólo presionar un botón, las butacas móviles se desplazan a través de raíles hasta almacenarse en el interior de un escenario también móvil. A este sistema le avalan más de trescientos proyectos en todo el mundo, como el Palais de la Mutualité de París o el ayuntamiento de Jujurieux, en Francia, la sala corporativa de Samsung en Korea, el Palau de la Música en Barcelona, y más recientemente, la sala de la empresa financiera Edward Jones North Campus en Saint Louis (Missouri, EEUU) y el auditorio Alfredo Kraus en Las Palmas de Gran Canaria.
En Figueras Design Centre, centro neurálgico de la empresa, se desarrollan diseños a medida a partir de un boceto, un concepto o una idea. El centro de diseño colabora con los arquitectos desde la fase inicial de la obra, analizando sus necesidades según las características del espacio y el uso al que se va a destinar, hasta la presentación de un prototipo.
Para su Directora de Marketing, la crisis ha afectado a Figueras como a cualquier empresa vinculada al sector de la construcción, pero subraya el factor decisivo para superarla: “después de más de 30 años con una fuerte presencia internacional hemos podido compensar los mercados en recesión y conseguir crecer en ventas. La verdadera crisis que ahora amenaza a las pequeñas y medianas empresas es la de los mercados financieros”.
Figueras está presente en más de un centenar de países y cuenta con más de cuarenta mil instalaciones en todo el mundo, como la sala de prensa de la Casa Blanca en Washington DC o el auditorio de Yahoo en EEUU, la Sala XX de la ONU de Ginebra en Suiza, el auditorio de la Santa Croce en el Vaticano, el Parlamento de Tanzania o la recién inaugurada sala de fiestas El Molino de Barcelona.
En continua expansión
El pasado abril Figueras inauguró un showroom en Londres con el objetivo de afianzar su presencia en el Reino Unido, donde ya ha completado más de 150 instalaciones. El espacio, de 230 m2, se destina a la venta y exposición y tiene capacidad para acoger eventos, como hiciera con la presentación del World Architecture Festival. Éste es el octavo showroom de la empresa, junto con los de Barcelona, Madrid, París, Colonia, Lisboa, Miami y Singapur.
Entre los proyectos de futuro de Figueras, Blanco de Alba destaca dos: uno ya realizado que se instalará en septiembre en la Universidad de Cornell (una serie de butacas almacenables en el suelo técnico de una sala que se configura según el uso, ya que cada butaca es independiente) y una instalación en el Scottish National Arena, un macro espacio destinado a conciertos de música, diseño del estudio Foster&Partners. Las butacas fueron diseñadas por el autor de la obra y desarrolladas por el centro de diseño de Figueras.
Cuando preguntamos a Eva Blanco por el futuro de Figueras, nos contesta que aventurar es una quimera, dada la rapidez con la que cambian los mercados, las empresas y la tecnología: “Hace 80 años habría sido un sueño imaginar que un taller local de carpintería se convertiría en la empresa líder del sector de asientos para colectividades. Y hace tan sólo 10, imaginar que un patio de butacas desaparecería apretando un botón era ciencia ficción.”
Pase lo que pase, la ejecutiva afirma que Figueras seguirá produciendo artículos de alta gama con el punto de mira puesto en la innovación y el diseño, la misma esencia con la que se creó.
Reportaje: asientos para colectividades