Hablar de la firma Lladró es vivir la emocionante historia de tres hermanos, Juan, José y Vicente Lladró, cuya pasión por la porcelana les llevó en 1953 a construir un pequeño horno moruno en el patio de su casa natal, en el pueblo valenciano de Almàssera, donde cocer sus primeras piezas. Cerca de aquel taller familiar se levanta hoy en día “La Ciudad de la Porcelana”, sede central de la firma, donde nacen todas sus creaciones. Pese a su dimensión multinacional, Lladró sigue siendo una empresa familiar ligada a la familia Lladró, y tras seis décadas de historia es la cara más reconocible de la porcelana contemporánea española en el mundo, liderando la vanguardia del sector de la porcelana a nivel internacional.
Una de las claves del éxito de Lladró se encuentra en sus procesos artesanales únicos y en el conocimiento artístico fruto de la experiencia de años de trabajo. Todas las piezas se elaboran a mano en los talleres de la marca, siguiendo un proceso enteramente artesanal y haciendo que cada pieza sea única. Desde los primeros esbozos hasta su cocción a altas temperaturas durante cerca de 24 horas, cada paso es realizado por artistas y artesanos que cuidan con detalle y delicadeza el desarrollo de cada una de las piezas, desde el modelado en barro o plastilina y su reproducción en porcelana hasta la pintura y barnizado. Un amplio equipo de escultores, pintores, ornamentadores y artistas aportan su conocimiento y experiencia para lograr que cada figura tenga la máxima calidad artística y técnica. Una vez concluido el proceso de elaboración, la escultura pasa por diversos controles de calidad, destruyendo aquellas piezas que no cumplen los estándares de calidad de la firma.
Desde que se fundó Lladró no ha dejado nunca de explorar nuevas formas de evolucionar. Su amplio catálogo abarca desde las clásicas figuras de tonos suaves y acabado brillante, a piezas de corte escultórico, pasando por las propuestas más innovadoras y vanguardistas, y sin olvidar las monumentales piezas de Alta Porcelana, la máxima categoría artística de la marca. A su vez, Lladró ha contribuido al arte en porcelana desarrollando sus propias técnicas y creando nuevos procesos que han revolucionado el ámbito de esta disciplina. Una de las grandes innovaciones técnicas de la firma fue la monococción, un método creado por los hermanos Lladró, que permite obtener el acabado cristalino y las tonalidades pastel propias de las obras Lladró.
La visión internacional de la familia Lladró, junto a su inquietud por explorar nuevos caminos estéticos, ha llevado a la empresa a contar con la colaboración de artistas y diseñadores como el escultor aragonés Pablo Serrano, el estudio CuldeSac, el diseñador alemán Bodo Sperlein o el estudio británico Committee.
El deseo común de innovar unió a la firma Lladró y al reputado diseñador español Jaime Hayón en una intensa relación que comenzó en 2006 con la serie Re-Deco y se consolidó tras el nombramiento del creativo como asesor artístico de la firma en 2008, creando la exitosa colección The Fantasy. Actualmente Jaime Hayón asesora y participa en el desarrollo de los proyectos de Lladró Atelier, un laboratorio de ideas que acoge propuestas innovadoras de los diseñadores internos de la marca y también de diseñadores externos. Un espacio creativo en el que tienen cabida propuestas diferentes, especiales, que precisan un tratamiento distinto y una experimentación muy exhaustiva en los procesos de elaboración de la porcelana. Dentro de Lladró Atelier se enmarcan colecciones concebidas por los creativos de Lladró, como The Parrot Party o Metropolis, junto a propuestas diseñadas por colaboradores externos como la colección The Guest.
Además de su extensa gama de colecciones de porcelanas, la firma ha incorporado a su oferta objetos funcionales como espejos, menaje de mesa como la colección “Naturofantastic” y lámparas. En sus colecciones 2013 ha apostado por la creación de lámparas de mesa y Chandeliers, productos en los para los que las especiales características de la porcelana resultan idóneas y enriquecedoras.
Lladró cuenta con más de 1.000 empleados, varias filiales en el extranjero que le permiten captar la sensibilidad de cada mercado y una red de Boutiques propias situadas en las principales ciudades del mundo, entre ellas Nueva York , Beverly Hills, Moscú, Tokio , Londres, Pekín, Hong Kong, Shanghai, Singapur, Delhi, Mumbai, Madrid, Barcelona y Valencia. Además, cuenta con más de 2.000 puntos de venta distribuidos en 120 países. Su sede en “La Ciudad de la Porcelana” ubicada en Tavernes Blanques, es un espacio abierto a todo el que lo quiera conocer el mundo Lladró. Gracias a su programa de visitas más de 15.000 admiradores de sus piezas visitan cada año sus instalaciones y pueden contemplar como trabajan sus artesanos y conocer el Museo Lladró.