Las empresas de iluminación tienden a encasillarse en categorías concretas: decorativa, contract, para el hogar, económica, de lujo, técnica. Milán Iluminación es una especie rara que cubre todas las gamas, por decirlo de alguna manera, competente en todo, maestro en nada. Gracias a ello ha conseguido una envidiable imagen de diseño y calidad en el sector.
David Jané, director general de la compañía, comenta que este año se han centrado en la iluminación decorativa para el hogar, con nuevas incorporaciones, entre ellas el lujoso colgante Medusa, que combina gotas de vidrio bajo una gran cortina metálica con acabado dorado reflectante por dentro.
También ha lanzado nuevas colecciones que se pueden utilizar para contract o entornos domésticos, como las lámparas colgantes Tagomago, diseñadas por Jordi Jané, una desenfadada pieza que tiene una fuente de luz redondeada y con una sombra metálica disponible en diferentes tamaños y colores. Como fuente de luz se ha utilizado LED, que funcionan bien colgados en grupos y que han tenido una gran acogida en restaurantes.
Jané dice que en la elaboración de los productos se han centrado en que tengan carácter y calidez.
Pero también han fabricado productos escultóricos y arquitectónicos, con un singular diseño minimalista combinado con LEDs de ahorro de energía que forman una combinación ganadora. Las piezas Carril y Kefren son buenos ejemplos de ello, la primera comprende pequeñas "bolas" en un carril, mientras que la segunda pone "sombreros" triangulares en el cable de tensión.
Milán Iluminación fue fundada en 1960 por su presidente Jordi Jané Pujol, que quería una empresa que se centrará en el diseño original y la fabricación de productos de alta calidad. Con sede fuera de Barcelona en L'Hospitalet de Llobregat, se enorgullece de fabricar en España y destaca que no tiene ningún componente fabricado en el extranjero para ser ensamblado en España. Exporta alrededor del 65 por ciento de sus productos, principalmente a los países de la UE, pero tiene clientes en unos 40 países, por lo que su alcance es mundial.
Jané dice que el departamento de diseño es el corazón de Milán Iluminación, y Jordi Jané es el diseñador principal, además de ser el presidente de la compañía: "Aquí hemos creado nuestro know-how en los últimos 46 años, así que sabemos cómo solventar cualquier posible problema de calidad o producción".
"El papel del equipo de diseño es la constante mejora de nuestra cartera de productos, para facilitar a nuestros clientes adaptar y actualizar su iluminación".
La fiabilidad del producto es crucial si se quiere mantener clientes a largo plazo, y Jané afirma que el estar teniendo un enfoque riguroso y sin compromisos en las pruebas es lo que ha asegurado la reputación de calidad de Milán Iluminación. La firma cuenta con un sistema de 16 procedimientos internos y ocho instrucciones técnicas que permiten a los técnicos detectar cualquier caída en los estándares de calidad.
Y la negativa a subcontratar cualquier parte del proceso de montaje significa que el control permanece en la empresa. "Todo el montaje de la lámpara se lleva a cabo en nuestra fábrica. Conocemos hasta el último detalle de los componentes con los que se fabrican nuestros productos", dice Jané.
Los LEDs se han convertido en la fuente de luz dominante en la industria de la iluminación por razones obvias: ahorran energía y su reducido volumen en comparación con la LFC (lámpara fluorescente compacta) o las viejas bombillas incandescentes ha sido una bendición para los diseñadores. Milán Iluminación ha dado la bienvenida al cambio al LED y todos sus productos están ahora disponibles usando LED integrados o bombillas intermitentes de LED.
Siente que la industria en su conjunto se está volviendo más "verde" y Milan Iluminación se enorgullece de sus acreditaciones en sostenibilidad. Utiliza materiales de alta calidad que ofrecen una gran longevidad, y a la vez la mayoría de los productos pueden ser desmontados para su reciclaje. "Utilizamos aluminio, acero, vidrio y plásticos de alta calidad como policarbonato y PMMA (polimetilmetacrilato)". Y Jané destaca que al fabricar en España y comprar materiales y componentes fabricados en España, la empresa tiene que cumplir con los estándares de la UE en materia de sostenibilidad, los cuales son cada vez más exigentes.
Milán Iluminación, que recibió la certificación ISO 2001 a mediados de los años 90, expone en las principales ferias internacionales, donde los clientes y los expositores tienen una idea de cómo está funcionando la economía y cuáles son las perspectivas de crecimiento del sector. Jané se siente en gran medida optimista sobre la industria de la iluminación porque los grandes proyectos de construcción siguen adelante y el gasto de los consumidores ha ido en aumento. "No creo que volvamos a los niveles previos a 2008 de crecimiento y confianza, y eso es en parte porque las innovaciones LED han permitido que un gran número de nuevos competidores entren al mercado", dice Jané.
Por supuesto, muchos de ellos ofrecen productos buenos, bonitos y baratos y probablemente no podrán seguir en esta línea. Milan Iluminación, al contrario tiene profundas raíces y continuará siendo cada vez más fuerte.