El entusiasmo juvenil por lo no convencional y lo vanguardista a menudo pasa y a medida que uno se hace mayor se ajusta más a la norma.
Sin embargo, esto no ha sucedido con el galardonado diseñador Martín Azúa, que sigue siendo una referencia en el escalón más alto del diseño español desde mediados de los noventa. Nunca ha sacrificado su compromiso con lo experimental o disminuido su enfoque personal hacia el diseño de producto y del espacio.
No es que Martin Azúa se cuelgue la etiqueta de "diseñador experimental" alrededor del cuello. "Lo que creo es que el diseño trata sobre la investigación y no debe tener siempre relación con un producto comercial. El diseño debe hacerse preguntas... "¿qué pasaría si..?", Y por imaginar diferentes escenarios, algunas veces puede comenzar a hacer que las cosas sucedan."
La cartera de clientes de Azúa abarca el mobiliario y la iluminación de diseño (entre sus clientes incluyen a Mobles 114, Arturo Álvarez o Vibia); el baño (Roca, Porcelanosa, L'Antic Colonial y Cosmic); las alfombras (Nanimarquina y la marca de zapatos Camper) y el mobiliario urbano (Escofet). Además ha diseñado espacios y exposiciones para el Foro de Cultura de Barcelona y la Expo de Zaragoza.
Aunque es feliz diseñando para las grandes marcas, su trabajo experimental y su colaboración con los artesanos siempre transcurre de forma paralela. Le gusta centrarse en cómo el diseño, incluso siendo poco ortodoxo, puede resolver necesidades. Su prototipo Casa Básica, que se encuentra en la colección permanente del Museo de la Arquitectura Moderna de Nueva York, es un buen ejemplo.
Azúa, que también da conferencias sobre diseño en la Escuela Elisava de Barcelona, tuvo una formación en Bellas Artes en lugar de diseño industrial, y piensa que su manera de trabajar resulta atractiva a los clientes que les gusta un enfoque más conceptual del diseño y el desarrollo de productos.
“Dicho esto, cuando una empresa se dirige a mí me gusta tener las cosas definidas: los materiales, la tecnología que está disponible, quién es el cliente, el precio que el cliente está buscando”
Azúa nos comenta que no trabaja con la lista de los principios de diseño, sino que está interesado en el diseño de productos que tienen atemporalidad, en lugar de seguir las tendencias que pueden ser fugaces. Es consciente de que en el negocio del diseño todo vuelve. Por ejemplo actualmente hay una tendencia a que todo sea 'hecho de forma artesanal” o 'inspirado en un trabajo artesanal”.
No es que él no se acoja a esta tendencia en concreto, ya que él ha estado colaborando con artesanos durante los últimos 15 años y le apasiona apoyar a los pequeños estudios y empresas artesanales. Además su propia colección de productos para el hogar Numbered ha sido realizada por artesanos de Barcelona y sus alrededores, utilizando materiales naturales como la terracota, hierbas y madera. Algunos de los productos son de edición limitada, la fuente de agua de terracota Kantir por ejemplo, está limitada a 250 piezas, mientras que otros pueden ser fabricados por encargo sin un número limitado de piezas.
Azúa está muy interesado en los temas de sostenibilidad. La elección del material “es una enorme responsabilidad" y hasta hace muy poco, las consideraciones sobre el impacto ambiental y ético de los materiales han sido una cuestión secundaria, “prevaleciendo el aspecto y el tacto del material'.
Pero no se puede justificar el uso de materiales no renovables, afirma, "porque siempre hay otras opciones", y todos los involucrados en el diseño tienen que tomar decisiones de acuerdo a lo que es beneficioso en un contexto global. "Y también tenemos que elegir los materiales en función de su ciclo de vida". Lo que significa que si un producto casi inevitablemente tiene que terminar en un vertedero donde se crearán emisiones de metano y tardará 500 años en descomponerse, pues mejor pensar de nuevo y elegir un material que puede ser reciclado. En resumen, pensar “cradletocradle”.
Azúa nos comenta que le gusta trabajar con materiales como la madera, la cerámica y las fibras naturales. "Me gusta los materiales que necesitan muy poca transformación” “Creo que vivimos mejor en entornos en los que encontramos la textura, el color, la calidez y una conexión con la naturaleza de las cosas que siempre han estado aquí.. como los árboles."
Mientras diseña con la atemporalidad y la longevidad en mente, Azúa dice que no le preocupa nada si sus diseños puedan lograr la categoría de “clásicos del diseño”. Piensa también que muchos diseñadores se preocupan por esto, cuando es más bien una preocupación sin sentido: “Hay muy pocos objetos o productos en la historia del diseño que tienen una vida propia en décadas posteriores y mucho menos en siglos.”
En cuanto a si hay proyectos o productos concretos con los que le gusta trabajar, afirma que lo que realmente le interesa es "vida diaria" y lo que es mejor para las personas. Por lo tanto si se trata de una lámpara, un taburete o una cesta de pan, lo que le realmente le gusta es llevar a cabo ' la poesía y la narrativa ' de la pieza.